3 de agosto de 2014

ENSALADA DE PATATA Y MELVA


La receta de hoy es sencillísima, barata, puede prepararse en un periquete y bien podría ser la cena de una de estas noches de verano. Solo tiene dos trucos a tener en cuenta. El primero es que hay que quitarle el picor a la cebolla antes de ponerle en la ensalada y la otra es que echaremos la vinagreta a la patata cuando todavía estén templadas ya que de esta forma la absorbe mejor.

Para 4 personas deberemos abastecernos de:

4 patatas medianas (una por persona)
2 latas de melva en aceite de oliva (también pueden valer latas de caballa en aceite de oliva)
3 cebollas tiernas
1 ramillete de perejil
Vinagre de manzana
Aceite de oliva virgen extra.
Sal de escamas

Tal y como hemos dicho, lo primero será pelar, cortar la cebolla en trozos no muy grandes y dejarla en un bol con agua, sal y un chorrito de vinagre o limón para que luego no piquen. Lo siguiente es limpiar las patatas de tierra y sin pelarlas ponerlas a hervir en una cazuela con agua y sal. El tiempo de cocción dependerá del tamaño de las patatas. Para saber si ya están cocidas yo las atravieso con un pincho. Si este pasa sin resistencia y lo saco sin que se venga la patata detrás, es que ya están buenas. Mientras en el mortero prepararemos una vinagreta con un pellizco de sal, el perejil picado y doble aceite que de vinagre. Remover bien y reservar. Una vez cocidas, sacar las patatas del agua y dejar que se enfríen un poco (solo lo suficiente como para que podamos pelarlas). Una vez peladas, trocear las patatas en trozos medianos, colocarlas en una bandeja, añadir la cebolla, mezclar todo bien, regar con la vinagreta y echar un poco de sal de escamas (apenas un pellizco ya que la vinagreta ya lleva). Ahora solo nos queda añadir la melva previamente escurrida y un poco desmenuzada, regar con un buen chorro de aceite de oliva y a la mesa inmediatamente.