11 de noviembre de 2012

REBOZADO DE PESCADO


Es de todos conocido la afición que tenemos por estas tierras a la tapita y la cerveza. El plato de hoy lo he visto por muchos bares del interior y puedo deciros que a mi personalmente me encanta. La cantidad de líquido en alimentos como el pescado hace recomendable utilizar la técnica del rebozado a fin de evitar que al meterlos en aceite hirviendo, reaccionen salpicando y poniéndonos la cocina un asco, amen de que no nos queme. Es por ello que hoy explicaremos como preparar un buen rebozado de pescado pero es extensible a cualquier otro producto (verduras por ejemplo)

Nos hará falta:

Pescado blanco (recomendable merluza sin espinas)
Harina
Levadura química
Aceite
Colorante
Ajo
Sal

Cortar el pescado en trozos de unos 4 centímetros y salarlo. La gracia del rebozado es conseguir ese color dorado uniforme y que nos quede el pescado jugoso (ni crudo ni reseco). Para ello lo primero que haremos es en un bol echaremos la harina, la sal, el colorante y la levadura (procurando que no queden grumos) y, una vez mezclado, iremos añadiendo agua poco a poco y removiendo bien hasta conseguir una masa homogénea. Añadir el ajo bien picado, mezclar y dejar reposar una media horita en la nevera. Calentar en una sartén abundante aceite hasta que coja una temperatura bastante alta. Pasar primero que nada los trozos de pescado por la masa de forma que quede bien impregnado (podemos ayudarnos de un par de cucharas si no queremos ensuciarnos los dedos). Es el momento de pasarlo por el aceite por ambos lados hasta que la masa se quede de color dorado, sacarlo y ponerlo sobre papel absorbente a fin de que nos suelte el exceso de grasa. El truco es freír solo unos pocos trozos cada vez ya que de lo contrario el aceite pierde temperatura y no nos quedará bien. Buen provecho.

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